30 enero 2009

Abrir los ojos ante la realidad. Paul Strand.


La obra de Paul Strand (Nueva York, 1890 - Orgeval, Francia, 1976), retratista junto a Eudora Welty y Walker Evans de la América golpeada por el crash de 1929, marca el inicio de la modernidad fotográfica.

Inició su carrera de la mano de Alfred Stieglitz, también fotógrafo y director de la galería 291 de Nueva York.

Fotógrafo directo y sencillo, sus imágenes profundas y de gran realismo de gente de la calle, son un preludio de lo que sería la fotografía a partir de entonces: escenas improvisadas que son un acercamiento al retrato psicológico.

En sus retratos, llenos de pureza, tranquilidad y sosiego, los personajes son retratados sin tener en cuenta su condición, con un gran respeto al individuo y evitando aspectos sórdidos, en una palabra: los dignifica.


Las imágenes, directas, sin trucos, de fuertes contrastes formales, y creadas sin ninguna ambigüedad, como la mujer ciega fotografiada en Nueva York (Blind Woman, 1916),


o la familia italiana de Luzzarra (The family, Italia, 1953)


son iconos que forman ya parte de la historia del siglo XX.

Un total de 75 obras originales reveladas por el propio autor pueden verse hasta el próximo 4 de abril en la barcelonesa Fundació Foto Colectania, tras su paso por A Coruña y Vigo.

23 enero 2009

Walker Evans. La mirada poética.


Walker Evans (1903-1975), el gran retratista de la América profunda, el fotógrafo que puso cara a la Gran Depresión con sus fotografías en blanco y negro cargadas de tristeza y melancolía, es una de las figuras que más han influido en el arte contemporáneo.

Con sus fotografías, en las que combinaba la crítica social, el documental y la estética, acercó las duras condiciones de vida y la pobreza de la población rural a un público ignorante de la situación por la que atravesaba el país después de la Gran Depresión de 1929.


Son imágenes sencillas, escuetas, severas que expresan con contundencia la miseria, el dolor y las condiciones de vida miserables de unas gentes víctimas de la sociedad capitalista.



En la Fundación Mapfre en Madrid y hasta el próximo 22 de marzo se puede ver una retrospectiva de Walker Evans en la que se exhibe más de un centenar de sus fotografías.

15 enero 2009

La Gran Depresión. Eudora Welty.


Se cumplen 100 años del nacimiento de la escritora y fotógrafa norteamericana Eudora Welty (1909-2001) y el Museo de la ciudad de Nueva York es la primera institución en sumarse al homenaje con una exposición que recrea la primera exposición individual de Eudora Welty en 1936.

En ella se recogen las imágenes que captó Eudora Welty en los años 30 cuando trabajó como fotógrafa para la Works Progress Administration.


Como escritora ganó el Premio Pulitzer de Novela en 1973 por la obra La hija del optimista.

A lo largo de toda su carrera, Eudora Welty profundizó a través de su prosa en el mundo de las relaciones personales, retratando fidedignamente las vidas y emociones de sus personajes mujeres y hombres del sur de Estados Unidos.

Curiosamente Steve Corner, programador y gestor de correo electrónico, puso el nombre de la autora a dicho programa (Eudora), en homenaje a una de sus novelas, donde la protagonista es una empleada de correos.

"La pasión es el ingrediente principal de la buena ficción, y se ilumina y arde por simpatía hacia la condición humana".

Ya tenemos (otra) excusa para viajar a Nueva York. La exposición se puede disfrutar hasta el próximo 16 de febrero.
(Via El País)

08 enero 2009

Cuadros para meditar. Rothko.


"Pero la figura solitaria no podía hacer ni un solo ademán con los brazos que pudiera indicar su inquietud ante la muerte y su apetito insaciable por la experiencia de ubicuidad frente a esa realidad. Tampoco podía vencerse la soledad. Por coincidencia, varias soledades podían juntarse en las playas, en las calles y en los parques y formar así un "cuadro viviente" de la incomunicabilidad entre los hombres.
Creo que el problema no está en ser abstracto o figurativo. Lo que hay que hacer es ponerle fin a ese silencio y a esa soledad, respirar y extender los brazos de nuevo"

Mark Rothko (1903-1970), pintor estadounidense de origen ruso, pertenece a la escuela del expresionismo abstracto. Aunque estudió por un corto periodo de tiempo en la Liga de estudiantes de Arte de Nueva York, se le considera un artista autodidacta.

La obra artística de Rothko en la década de 1930 se adhiere al movimiento del realismo social y en la década de 1940, influenciado por el Surrealismo, desarrolló un planteamiento más imaginativo que se inspira en la religión primitiva.




Pero poco a poco, su trabajo se fue haciendo más abstracto, basado en grandes rectángulos, confusamente definidos, de colores oscuros, suaves o vivos, como rojos, naranjas, marrones, morados, grises y negros, empleados para sugerir emoción.





En la Tate Gallery de Londres podemos disfrutar de Mark Rothko hasta el próximo 1 de febrero.

03 enero 2009

Oscar Niemeyer. Sinuoso y sensual.

"No es la línea recta la que me atrae, dura, inflexible, creada por el hombre. La que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país, en la sinuosidad de sus ríos, en las nubes del cielo y en las olas del mar. De curvas está hecho el universo, el universo curvo de Einstein".


En una entrevista concedida a el diario El País Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, 1907) habla, habla y habla...de la injusticia social "promovida por el imperialismo americano" y de "ese hijo de puta de Bush, una mala persona"; de la "paradoja" que supone para un izquierdista acérrimo como él contribuir a una de las bellas artes, la arquitectura, "que es sobre todo para los ricos, porque la paga el capitalismo, mientras que los pobres no participan de ella en nada porque se mueren de hambre; sólo ven desde sus favelas cómo construimos los grandes edificios... Una pena".


Habla de las cosas de la vida, de política y de injusticias pero también de los placeres de la vida, habla de Lula da Silva y del triunfo de Obama, del que dice "que es algo histórico, porque antes, no hace tanto, los negros ni siquiera podían subirse a un autobús".

Y nosotros disfrutamos, disfrutamos y disfrutamos de los edificios de Niemeyer.




¿Su último proyecto?: el Centro Niemeyer de Avilés, un homenaje al Principado de Asturias como agradecimiento al premio Príncipe de Asturias que se le concedió en 1989.