En el lenguaje visual se enuncian mensajes y se recibe información a través del sentido de la vista. Lo aprendemos de forma automática desde que nacemos y es el sistema de comunicación más antiguo que se conoce.
Mucho antes de que el hombre fuera capaz evolutivamente de emitir un sonido, fue capaz de dejar su impronta en forma de pinturas en las paredes de las cuevas.
Millones de años después, aunque no sé yo si más evolucionados dados los acontecimientos de los últimos días, en las paredes de las “cuevas” del siglo XXI se han sustituido las pinturas de animales y otros seres humanos por Spiderman, el botiquín de primeros auxilios, la Virgen María, el Sagrado Corazón o un muñeco ¿ahorcado? Es el imaginario que puebla la vida de los habitantes de estas casas y los define.
De fotografiar estos objetos, y la relación que guarda cada persona con ellos, se ha encargado Pancho Tolchinsky.
El próximo 27 de julio inaugura en la galería Rojo-Artspace de Barcelona la exposición The Little Decisions We Make en la que nos muestra el interior de estas “cuevas”.
En ellas, el mínimo común denominador es la convivencia que se produce entre los iconos religiosos y el resto de objetos que pueblan estos hogares y, gracias al lenguaje visual con el que nos habla Pancho a través de sus fotografías, podemos formarnos una idea acerca de cómo intuimos que es el mundo de las personas que habitan estas casas.
Intuimos, digo bien. Una simple imagen puede transmitir multitud de mensajes, la interpretación que cada espectador haga de esa imagen vendrá condicionada por la experiencia personal, la imaginación y las circunstancias personales de cada uno de ellos.
La exposición de Pancho permanecerá abierta hasta el próximo 24 de septiembre pero, para los que no podáis venir hasta Barcelona a verla, esta su web.
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