20 enero 2013

Scoop Canela Vídeos: Maurizio Anzeri for Fendi



(vídeo vía Vogue Francia)  En 1997, Fendi lanza su bolso Baguette con diseño a cargo de Silvia Venturini Fendi. Sarah Jessica Parker, o mejor dicho, Carrie Bradshaw se lo cuelga del hombro por un lado; y, por otro, Samantha trata de comprar uno falso en L.A. Así, sin necesidad de ningún tipo de estudio de tendencias se convierte quizás en el primer It Bag de la era 2.0.

Reediciones de sus Baguette más emblemáticas o un libro editado por Rizzoli en el que, entre otras imágenes, se recogen las interpretaciones de artistas como Richard Prince o Tom Sachs son algunas de las iniciativas llevadas a cabo por parte de la casa Fendi para celebrar los quince años de la Baguette.

Maurizio Anzeri, de quién ya me hice eco en diciembre del 2009, es el último en homenajear la Baguette con un vídeo en el que borda, no se puede expresar mejor, a Silvia Venturini Fendi, su alma mater.


 

07 enero 2013

Scoop Canela Vídeos: Miu Miu and It's Getting Late

 
It's getting late es el título del cuarto fashion film de la serie Women's Tales que inició hace unos meses Miu Miu.
Después de Zoe Cassavetes, Lucrecia Martel y Giada Colagrande, este cuarta entrega esta escrita y dirigida por la directora Massy Tadjedin. 

En él cuenta la historia del ritual que realiza cuatro mujeres que se preparan para salir un día cualquiera en Los Ángeles. La elección de las prendas, los complementos y el maquillaje, todo un ritual que define, en muchas ocasiones, el estado anímico de cada uno.

03 enero 2013

Sociología de las tendencias (III)


(... Viene de los dos post anteriores) A partir de esta necesidad definir el porqué, el cómo, el cuándo y el quién inicia una tendencia surgen varias definiciones. 

Primera: Roland Barthes. El nacimiento del prêt-à-porter trae consigo la democratización de la moda, se abarata el precio de las prendas y muchos movimientos de moda pierden su aura ideológica. Ahora todos podemos ser, desde el punto de vista de la indumentaria, hippies, punkis, mods, bobos o yupis, y así un largo etcétera. La moda es un metalenguaje, que analizó y descifró Roland Barthes en su libro El sistema de la moda. Para Barthes, las tendencias hablan de épocas. 

Segunda: Tocqueville. La modernidad trae consigo la democracia y la igualdad entre los hombres pero también introduce un nuevo poder: la opinión. Para Tocqueville, las tendencias nacen de este nuevo gobierno que surge al amparo de la democracia y que es el gobierno de la opinión. Para él, comprender las tendencias es comprender el misterio de la formación de los gustos colectivos de una democracia. 

Tercera: Baudrillard. Según Baudrillard, las tendencias nacen del consumismo exacerbado al que ha empujado el capitalismo a los individuos. Las tendencias nacen de la publicidad y los medios de comunicación, estos las fabrican para que los individuos sigan consumiendo y, como diría Veblen, despilfarrando. 

Cuarta: Kroeber. Kroeber, al intentar describir las tendencias, las asocia, junto con los cambios de la moda, con el estado de la sociedad. Sin embargo, Kroeber no considera el hecho de que en moda, a veces, quien lanza el mensaje es más importante que el propio mensaje. Esto explicaría, por un lado, los hypes o modas pasajeras que se dan en la sociedad y, por el otro, el nacimiento de las concept-stores, en las que se vende el concepto aspiracional de una marca.

Quinta: Gabriel Tarde. Incluye en su análisis del inicio de las tendencias la capacidad mimética que por naturaleza tiene el ser humano, quien recibe la influencia de la red social a la que pertenece y, por tanto, imita. Para Tarde, la sociedad se mueve porque inventa e imita, de modo que las nuevas ideas o tendencias tratan de imponerse a las ya existentes, que tratan de perdurar. De modo que cuando una nueva tendencia se impone a otra ya establecida y se propaga como una epidemia, se alcanza lo que Malcolm Gladwell define como el tipping point

Sexta: Pierre Bourdieu. Pierre Bourdieu introduce el concepto de focalización del deseo y estratificación social para explicar el origen de una tendencia. De esta forma, para él, un modisto es aquella persona capaz de traducir en una prenda de vestir un capital social y cultural dado. 

Séptima: Georg Simmel. La definición anterior entronca con la teoría de Simmel, que sitúa en la suma de decisiones individuales el origen de las tendencias en la modernidad. Para Simmel, hay un beneficio psicológico en el hecho de seguir las tendencias, con ello el individuo se libera de la angustia de tener que elegir, ahora se le considera miembro de un grupo y no un ser aislado. 

De modo que las tendencias concilian dos deseos del ser humano: la necesidad de distinción y el deseo de pertenencia. Al amparo del poder económico que supone conocer con anticipación hacia donde tiende una sociedad, esto es, predecir las tendencias, sobre todo en materia de moda e indumentaria, a partir de la segunda mitad de la década de 1990, y siguiendo la estela de su predecesora Mafia, nacen las agencias de estilo y las consultorías de tendencias. 
Estas se dedican a elaborar cuadernos de estilo y tendencias, que ponen al alcance de los creadores para ayudarles u orientarles en la creación de sus colecciones. WGSN, Trendwatching, Future Lab o Stylesight son algunas de estas agencias. 
Trabajan a nivel mundial para descifrar tendencias, para ello cuentan con la colaboración de coolhunters, quienes elaboran informes que ayudan a prever y anticipar las tendencias.


En resumen, como escribe Gabriel Tarde en su libro Monadologie et Sociologie: «Cualquier obra social, con un carácter propio más o menos marcado, escribe, un producto industrial, un verso, una fórmula, una idea política o de otra índole aparecida un día en algún rincón del cerebro, sueña como Alejandro con la conquista del mundo, intenta difundirse mediante miles de ejemplares por todas partes donde haya seres humanos, y únicamente se detiene en su camino al chocar con un rival, igualmente ambicioso». (Photos taken by me)

01 enero 2013

Sociología de las tendencias (II)


(... Viene del post anterior) El empleo o uso del término «tendencia» está tan amplificado que lo mismo hace referencia a una moda mundial como circunstancial, esto es, lo mismo mide fenómenos que marcan la evolución de los modos de vida o como fenómenos más particulares que solo afectan a unos pocos círculos.
Por qué unas tendencias triunfan y otras fracasan es impredecible. Para intentar encontrar una explicación lo primero es ver cómo se extiende el imperio de las tendencias, aunque no sin definirlas de un modo exhaustivo.

1) Comerciales y no comerciales.
2) Tendencias que hacen referencia a los modos de vida y de consumo de las comunidades humanas, así tenemos el bobo, el metrosexual o el hipster.
3) Tendencias en función de la duración: de más pasajera a más duradera tenemos el craze, el fad y el hype o manía.
4) Tendencias confidenciales: definen la pertenencia a un círculo de iniciados o innovadores. Estas pueden pasar a ser tendencias masivas cuando las adopta el grueso de la población.
5) Tendencias funcionales, según el contexto sociológico y económico de la sociedad que las adapta, y no funcionales, cuando afectan a ámbitos de la vida de los individuos, como por ejemplo el gusto, y que siempre son cíclicas.
6) Tendencias ideológicas: suponen un compromiso del individuo con la sociedad.

(El street art como compromiso. Obra de los neoyorquinos Enzo e Nio) 

En resumen, una tendencia es un gusto colectivo, repentino y convergente, consecuencia de decisiones individuales en materia de estética y de una evolución socio-económica y tecnológica, que se implementa en la sociedad a partir del siglo XVIII y que coincide con el nacimiento de la modernidad.

Una tendencia del siglo XX, que ha terminado siendo una macrotendencia en el siglo XXI, es utilizar el inglés, que impera en la actualidad, para definir muchos de los nuevos comportamientos sociales. Así, a finales de la década de 1970, se iniciaba la era posmoderna y en Francia se acuñaba la palabra branchés para denominar, precisamente, a los que iniciaban una tendencia y proponían una estética en materia de indumentaria, arte, cine, periodismo, etc., que acababa siendo una moda de difusión rápida.
Estos branchés fueron desde personas físicas, como Malcolm MacLaren o Vivianne Westwood, a cabeceras de revistas, como Façade o The Face. Hoy en día, los egobloggers y las celebrities, fabricantes de modas rápidas —que no de tendencias—, son mal llamados popularmente trendsetters.

(Photos taken by me) (Continuará...)