El hecho de descubrir (y publicar aquí) hace unos días el short film que Damien Blottière realizó en clave de collage para Vogue.it, ha hecho que profundizara más en el trabajo de Damien hasta establecer que, la asociación comunicación estratégica de moda y collage como corriente artística, es una tendencia.
Fue en la década de 1910 cuando Picasso y Braque, casi simultáneamente, inventaron esta técnica al combinar pintura con objetos de uso cotidiano.
(Braque)
(Picasso, Naturaleza muerta con silla de rejilla, 1912)
Más tarde, en la década de 1920, los dadaístas con Marcel Duchamp y Man Ray con sus «objetos encontrados» como claros exponentes, combinaron fotografía con tipografía impresa y, junto con Ródchenko y las vanguardias rusas, hicieron de esta técnica una corriente artística.
(Marcel Duchamp)
A partir de este momento, el collage ha sido empleado por casi todos los representantes de las vanguardias artísticas del siglo XX: Antoni Tàpies, Jasper Johns, Damien Hirst, Henri Matisse, David Hochney o Tom Wasselmann por nombrar algunos.
(Antoni Tàpies, Jeroglíficos, 1986)
Casi cien años más tarde la técnica del collage ha evolucionado y se ha adaptado a los programas informáticos y a las tecnologías de forma que, el soporte que antes era físico ahora, en muchas ocasiones, es virtual.
Muchos de los artistas de los que me haré eco en esta nueva sección de CANELA FINA hacen uso de las tres dimensiones como soporte «físico» de sus collage.
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