Se dice que cuando uno visita una ciudad y quiere volver a ella, siempre tiene que dejar algo por hacer, algo que tarde o temprano le obligue a volver para cerrar el círculo.
En mi caso, la ciudad en cuestión es Nueva York y “el algo por hacer” es el MoMa. He estado dos veces en Nueva York y en ninguna de las dos ocasiones me ha sido posible visitar el MoMa. En una de ellas, estaba cerrado gracias a que el huracán de turno acabó con el tejado, y en la otra, digamos que fue un lapsus mío.
En resumen, que no he tenido el placer de disfrutar de El Sueño, el maravilloso cuadro que Henry Rousseau pintó en 1910 y que se encuentra en el MoMa, pero gracias a la única, la irrepetible, la inigualable Cristina Cortés, que saca tiempo de donde no lo hay, puedo disfrutar de nuestra heroína ataviada con un vestido Óscar de la Renta y zapatos de Louis Vuitton, todo O/I 09-10.
HErmoso post, divina ilustración!
ResponderEliminarBEsitos
Fantastic!
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