Yo estuve en el 4N y vi como Bush, el paranoico, bravucón y provinciano (¡gracias América!, antes de que se me olvide), terminaba su "reinado".
Yo estuve en el 4N y vi como ocho años, caracterizados por una arrogancia política extrema (lo que nos recuerda a otro arrogante que tuvimos por estos parajes), por guerras imprudentes basadas en una mentira, por la aprobación oficial de la tortura (en la retina de todos están esas imágenes de Guantánamo), por la violación reiterada de los derechos humanos, y así podríamos seguir y seguir y seguir...llegaban a su fin.
Yo estuve en el 4N y vi que hay hombres que son capaces de arrastrar a pueblos y de hacerles soñar que el cambio es posible.
Yo estuve en el 4N y vi como ese hombre, Barack Obama, un afroamericano brillante, cosmopolita y carismático, se convertía en la gran esperanza blanca.
Yo estuve en el 4M, y vi como solo en 50 años los negros han pasado de no poder subir a un autobús de blancos a presidir el mundo.
Yo estuve en el 4N y vi como "Yes, we can".
Yo estuve en el 4N y vi como ocho años, caracterizados por una arrogancia política extrema (lo que nos recuerda a otro arrogante que tuvimos por estos parajes), por guerras imprudentes basadas en una mentira, por la aprobación oficial de la tortura (en la retina de todos están esas imágenes de Guantánamo), por la violación reiterada de los derechos humanos, y así podríamos seguir y seguir y seguir...llegaban a su fin.
Yo estuve en el 4N y vi que hay hombres que son capaces de arrastrar a pueblos y de hacerles soñar que el cambio es posible.
Yo estuve en el 4N y vi como ese hombre, Barack Obama, un afroamericano brillante, cosmopolita y carismático, se convertía en la gran esperanza blanca.
Yo estuve en el 4M, y vi como solo en 50 años los negros han pasado de no poder subir a un autobús de blancos a presidir el mundo.
Yo estuve en el 4N y vi como "Yes, we can".
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