Jean Cocteau (Francia, 1889-1963), fue poeta, dramaturgo, pintor, diseñador, cineasta, amigo de Picasso, Stravinski, Apollinaire y Modigliani, entre otros muchos, y adicto al opio durante toda su vida.
Inteligente e innovador, vivió una vida de excesos, estuvo asociado a todas las vanguardias artísticas, diversificó su talento y fue maestro en todas y cada unas de las artes que cultivó, pero ingresó en 1955 en la Academia Francesa gracias a la literatura.
En 1909 publicó su primer libro de poesía y debido a su amistad con Serguei Diaghilev, para él escribió Parade y Le Boeuf sur le toit, entró en contacto con los ballets rusos y el teatro.
Introdujo el surrealismo en el cine francés con obras como La bella y la bestia (1945), Orfeo (1950) y Los muchachos terribles (1929) y su primera película, La sangre de un poeta (1930), es una obra imprescindible del cine experimental y moderno.
A pesar de sus éxitos en todos los campos artísticos, Jean Cocteau siempre insistió en que, ante todo, era un poeta y que todas sus obras eran poesía.
"Yo sé que la poesía es imprescindible, pero no sé para qué."
Desde el 20 de junio en el museo Jean Cocteau de Menton (Francia) se puede disfrutar la exposición Les Amoureux de Jean Cocteau.